Estación de tren Toledo

Estación de tren de Toledo

La estación de tren de Toledo se encuentra a orillas del río Tajo, muy cerca del núcleo urbano de la ciudad, y conecta con el casco antiguo gracias al puente Azarquiel, en veinte minutos a pie. Su vestíbulo, en el que se ubican diversos comercios y servicios, es un bello conjunto artístico que mezcla hierro, cerámica y vidrieras, confiriéndole un estilo típicamente mudéjar. El edificio monumental, también de claras reminiscencias árabes, fue inaugurado en 1919 y declarado bien de interés cultural en 1991. Por cualquiera de las tres vías de las que dispone la estación de ferrocarril de Toledo, la única que existe en el municipio, circulan diariamente 15 trenes AVANT de alta velocidad que van hasta Madrid-Puerta de Atocha en un corto trayecto de media hora. Desde la estación parten las líneas 5, 61, y 9.2 de los autobuses urbanos hacia el norte y el oeste del municipio, sin parada en el casco antiguo de la ciudad. También dispone de una parada de taxis a la salida de la terminal.

Atracciones principales cerca de la estación de tren de Toledo

La estación de tren de Toledo se encuentra a muy pocos pasos del casco antiguo del municipio. Existen dos opciones para llegar al centro de la ciudad. La primera, y más directa, es cruzar el puente de Azarquiel, que se encuentra al lado de la estación. La segunda opción es cruzar el puente de Alcántara, a 10 minutos andando en dirección el sur, si se quiere admirar este bello monumento de origen romano, que tuvo que ser reconstruido en el siglo X. En la colina más alta de la ciudad, y a 15 minutos de distancia del puente, encontrarás el Alcázar, una fortificación destinada a ser la residencia de Carlos V, aunque finalmente no se utilizó para tal fin. A medida que te vayas acercando a la fortaleza, podrás apreciar unas vistas inmejorables del río Tajo. El edificio de este palacio-fortaleza, tal y como los conocemos actualmente, data de la posguerra, ya que fue destruido durante la Guerra Civil. Justo detrás del Alcázar se encuentra el Museo de Santa Cruz, que alberga obras de El Greco y una sección de arqueología con piezas de la época romana, visigoda y andalusí. El centro es filial del Museo del Prado, por lo que suele acoger temporalmente colecciones del museo madrileño.
La estación de Tren de Toledo dispone de varios servicios como el de cafetería y restaurante, pero si prefieres conocer mejor cómo es la gastronomía toledana, en los alrededores podrás encontrar algunos establecimientos donde comer. Los pilares de la cocina castellano-manchega son la matanza y la caza, con la sopa de ajo o la perdiz estofada como los platos más típicos del municipio, sin olvidar su queso manchego y un buen vino toledano. Los dulces como el mazapán son un buen punto final a un festín culinario.