Estaciones principales | Genève Cornabin, Genéve Aéroport |
Compañías ferroviarias | SBB, SNCF, Eurostar, TGV Lyria, DB-SNCF |
Aeropuertos | Aeropuerto de Ginebra |
Transporte público | Autobuses urbanos, trenes, tranvías, taxis |
Tarifas y tarjetas de descuento |
Un viaje en tren a Ginebra permite descubrir todos los encantos que la "Capital de la Paz" tiene para ofrecer al viajero.
Ginebra es una ciudad suiza ubicada muy cerca de la frontera con Francia y entre la cordillera del Jura y los Alpes. Es conocida como la "Capital de la Paz" por ser el lugar donde se fundó la Cruz Roja y la sede de la ONU en Europa. En Trainline puedes reservar un tren a Ginebra sin ningún tipo de tasas adicionales y pagando con Visa, Mastercard, Paypal y Apple Pay.
La principal estación de trenes de Ginebra es conocida como CFF o Cornavin y se encuentra ubicada en pleno centro de la esta ciudad suiza, a tan solo 700 metros de distancia de su popular lago. Considerada un centro neurálgico muy importante de este destino, hasta ella llegan tanto ferrocarriles internacionales como de cercanías, con cientos de salidas y llegadas cada día.
La estación cuenta con servicio de asistencia para personas que tengan alguna discapacidad, mostrador de información turística, wifi, teléfonos y cajeros automáticos. Viaja en tren desde Barcelona a Ginebra en 15 horas, en un trayecto que incluye una pequeña parte del viaje en autobús e implica un trasbordo. También puedes viajar desde Madrid a Ginebra en 15 horas y 24 minutos.
El aeropuerto de Ginebra está a 6 km del centro de la ciudad. Para llegar hasta ahí, puedes utilizar el tren, el autobús u optar por un taxi. Para moverte por el destino tienes varias opciones:
La "metrópoli más pequeña del mundo", como se conoce también a Ginebra, tiene un icono famoso mundialmente: el Jet d'eau, un surtidor de agua a orillas del lago Lemán de más de 100 metros de altura. En la orilla izquierda de este lago se encuentra el casco antiguo, repleto de barrios comerciales y dominado por la Catedral de Sant Pierre. La place du Bourg de Four es la más antigua de toda la ciudad.
Merece la pena dar un paseo por una de las calles mejor conservadas de la ciudad, la Grand Rue, en la que además nació Rousseau. Y si lo que se desea es pasar de una orilla a otra del lago, lo mejor es montar en las mouettes o taxis acuáticos. También hay barcos más grandes que emprenden cruceros por el mismo.
A nivel cultural Ginebra tiene mucho que ofrecer, especialmente su zona oriental, donde se encuentra el Gran Teatro, la Ópera y numerosos museos como el Internacional de L'Horlogerie, que alberga en su interior una gran colección de joyas y relojes, o el Internacional de la Cruz Roja, donde se puede conseguir información sobre el trabajo de esta organización humanitaria.
Nadie debe marcharse de su destino sin haber disfrutado de su gastronomía. En este caso resulta imprescindible probar su famosa fondue de queso, un plato que consiste en queso fundido en el que se introducen trozos de pan. La raclette es un plato, también preparado con queso, pero en este caso servido con unas patatas que se sirven sin pelar, junto con unas cebollas y pepinillos en vinagre y unas frutas de mostaza.
En los numerosos restaurantes de la ciudad también sirven platos como el älplermagronen, que es delicioso. Se trata de un gratinado de macarrones, patatas, cebollas, queso y nata. Como guarnición, unas exquisitas manzanas tamizadas. El rösti es como una tortilla plana que se fríe en mantequilla y está hecho con patatas hervidas, que se unen entre sí por el propio almidón que contienen.
Si se dispone de tiempo suficiente se recomienda hacer una pequeña excursión a la montaña Saleve, situada en el vecino país de Francia. En apenas cinco minutos un teleférico lleva a los viajeros a una altura de más de 1 000 metros, para disfrutar de unas singulares vistas del Jura, del Montblanc y de la cordillera alpina.
Si se tiene la oportunidad de estar en Ginebra el día 1 de agosto, se podrá ser partícipe de una de sus celebraciones más importantes, el Día Nacional. Ese día se festeja la unión de los tres cantones y los fuegos artificiales, los bailes y las hogueras inundan las calles. Durante el mes de diciembre tiene lugar la Fête de l'Escaladae, con desfiles por toda la ciudad por la independencia.