Situado en pleno litoral Mediterráneo, el bus a Benicàssim llega a un destino veraniego por excelencia que también sorprende a sus visitantes fuera de temporada. Las pintorescas villas de finales del siglo XIX, sus playas, los numerosos restaurantes con platos típicos de la Costa Azahar y la gran variedad de oferta de ocio, entre la que se encuentra el conocido Festival Internacional de Benicàssim (FIB), hacen de este enclave de Castellón uno de los más turísticos de la península. Además, la conexión a Benicàssim desde ciudades como Valencia, Madrid y Barcelona es excelente.

Comprar billetes de autobús a Benicàssim

Benicàssim está situado a tan solo 12 km de Castellón y, por ello, no cuenta con una estación de autobuses propia, sino que las líneas que operan en la localidad tienen varias paradas, la mayoría en la céntrica Avenida Ferrandis Salvador, justo al lado de la playa. Las rutas más populares son las que hacen los trayectos desde y hacia Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia con diferentes empresas de transporte, como Alsa, AutoRes Avanza, Hife o Autos Mediterráneo. Este último realiza el viaje en autobús desde Castellón a Benicàssim una línea que aumenta la frecuencia de julio a septiembre, para facilitar el acceso a la costa y las actividades estivales. La localidad es conocida también fuera de nuestras fronteras, de ahí que la compañía Linebus se encargue de las conexiones terrestres a nivel internacional, sobre todo desde otros puntos de Europa. Volviendo al transporte a nivel nacional, uno de los trayectos con mayor afluencia es bus de Madrid a Benicàssim con una duración de unas 6 horas, aproximadamente. La capital valenciana, a 2h de carretera de media, es también una de las rutas más populares en los autobuses viajan de Valencia a Benicàssim, muchos con transbordo en Castellón. Barcelona está algo más cerca, a 4h aproximadamente, mientras que el viaje desde Zaragoza a Benicàssim tiene menos autobuses diarios y se realiza en cerca de 5h.  

 

Transporte público en Benicàssim

Se puede llegar al centro de Benicàssim a pie desde las diferentes paradas de autobús. Los autocares procedentes de Madrid, Barcelona y Zaragoza tienen su terminal en la avenida Ferrandis Salvador, muy cerca de la playa Heliópolis y la Torre de San Vicente, ambos puntos de interés. El casco histórico de la ciudad está a unos 15 minutos caminando, prácticamente la misma distancia que hay desde la estación de Benicàssim situada en el otro extremo de la localidad. El trayecto desde Castellón en autobús, en cambio, tiene parada en pleno centro. Benicàssim se puede recorrer a pie sin problema, pero para ir más cómodo las opciones de transporte que ofrece son variadas.    

Los visitantes se pueden mover por Benicàssim en autobús urbano. Hay una línea que conecta la localidad con Castellón, pero que tiene paradas en varios puntos del municipio. El servicio está en funcionamiento desde las 7:00 hasta la 22:30. Existe una ruta disponible en los meses de verano, que une la estación de tren con el centro de Benicàssim y las playas, y otra que llega hasta el aeropuerto de Castellón.  

La bicicleta es otra alternativa para moverse en Benicàssim muy agradable con el buen tiempo. Existe una ruta circular de 15 km que pasa por los puntos de interés principales y desde la que sus visitantes disfrutan de las mejores vistas. Se puede disponer de las bicis con el sistema de préstamo gratuito del Pabellón de Deportes, depositando una fianza de 50€, y por un máximo de 7 días.

Por último, está la opción de servicio privado de taxis para desplazarse por Benicàssim, que también funciona bien y con el que cualquier viajero puede personalizar su viaje y hacerse sus propias rutas. De hecho, los desplazamientos comprenden tanto viajes urbanos y a la zona de la playa, como a localidades próximas, como Castellón, Borriol o Almazora.  

 

Visitar Benicàssim

Independientemente del punto de partida desde el que se viaje en autobús a Benicàssim, la parada, estará en el centro o a unos 15min caminando, como mucho. Durante la época estival la mejor opción es lanzarse directamente a la zona de las playas, de casi 7 km de extensión. Algunas de las mejores son Els Terrers, Heliópolis, o la del Torreón, todas de arena fina. Esta última está ubicada al lado de la Torre de San Vicente, una construcción del siglo XVI que se utilizaba de vigía. Desde ahí se puede ver Benicàssim a pie por el área del paseo marítimo y descubrir por qué recibe el apodo del “Biarritz valenciano”, en un paseo de unos 30min. La respuesta son las más de 50 villas de finales del siglo XIX que forman esta ruta. Verdaderas joyas señoriales que terminan en el hotel Voramar. Para conocer bien la historia de cada una de ellas, se pueden coger audioguías gratis en el ayuntamiento de la localidad.  

Visitar Benicàssim es sinónimo de degustar la buena cocina mediterránea con un toque marítimo, y en la zona del litoral y del centro de la localidad se puede disfrutar de una gran variedad de pescado, marisco y arroces. En verano la ciudad se convierte en escenario de varios festivales para todos los gustos. El FIB, de música rock, indie y electrónica, es uno de los más importantes a nivel nacional, pero también hay otros eventos relacionados con el cine, las artes escénicas y fiestas tradiciones de la zona. Para los visitantes que quieran ir a Benicàssim en invierno, lo mejor es viajar en enero, con la celebración de San Antonio Abad, en la que tiene lugar una procesión, desfile con carrozas y hogueras nocturnas. En cuanto al alojamiento, si se visita la localidad los meses fríos del año, lo mejor es dormir en el casco histórico, mientras que en verano se está mejor cerca del litoral.  

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