Al sur de Cataluña, en plena Costa Dorada, se sitúa Tarragona, una ciudad llena de historia, declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco. Sus atractivos turísticos hacen que millones de personas viajen en autobús a Tarragona para disfrutar de su cultura, de su rico patrimonio y del Mediterráneo. Entre sus calles sobreviven aún muestras importantes de su pasado romano, que le ha dejado un legado con construcciones en muy buen estado de conservación. Además, sus playas de arena fina y aguas transparentes, son un auténtico reclamo para los amantes del sol y el mar.
La estación de autobuses de Tarragona se sitúa en la calle Pere Martell, justo al lado de la plaza Imperial, el llamado kilómetro cero tarraconense, que constituye un punto de partida hacia los distintos enclaves de la ciudad y hacia otros municipios aledaños. Está ubicada en un edificio bastante amplio que ofrece a sus usuarios numerosos servicios, como cafetería, aseos, kiosco de prensa, ascensor o máquinas expendedoras de alimentos y bebidas. En ella se encuentran los autobuses que hacen rutas nacionales, interprovinciales y provinciales. Los autobuses urbanos también tienen una parada en la entrada de la estación. Entre los principales itinerarios de esta estación están los que recorren el trayecto en autobús desde Barcelona a Tarragona en 1 h 25 min y que suele salir a diario en horario de tarde. También cada día se puede viajar en autobús de Madrid a Tarragona, con distinta disponibilidad de horarios. La duración media del recorrido oscila entre las 7 h 15 min en el trayecto directo y las 10 h 5 min cuando hace trasbordo en Barcelona. El principal operador que da servicio a este destino es ALSA, y AutoRed cuando se hace trasbordo con tren.
Moverse por Tarragona en autobús no tiene ninguna complicación, ya que en la propia puerta de la estación de autobuses paran los autobuses urbanos, que parten asiduamente hacia diferentes puntos de la ciudad. También es muy cómodo desplazarse por Tarragona en taxi, sobre todo para quienes viajan con mucho equipaje o con niños pequeños. A unos 100 metros de la estación hay una parada con servicio disponible las 24 horas del día. Y otra opción que hay que tener muy en cuenta es ir caminando, ya que en tan solo 20 minutos de paseo se llega hasta el centro urbano. El servicio de autobuses urbanos que se desplaza por Tarragona consta de 17 líneas diurnas y 3 nocturnas que conectan todos los barrios de la ciudad. El billete sencillo tiene un precio de 1,50€*, aunque hay distintos tipos de bonos que abaratan el coste, de 20, 50 o 100 viajes. En cuanto a las tarifas de los taxis que se mueven por Tarragona, el precio mínimo está fijado entre los 3,95€* y los 5,32€*, y el kilómetro recorrido entre 1,07€* y 1,28€*, siempre dependiendo de si es horario diurno o nocturno y de si es laborable o fin de semana. Disponen de todo tipo de vehículos con diferente número de plazas o adaptados para personas discapacitadas. Entre otros servicios, ofrecen excursiones por Tarragona y también fuera del casco urbano. Alquilar una bicicleta es otra forma estupenda de moverse por Tarragona. Hay bastantes empresas que ofrecen este servicio, ya sea por horas o por días completos. Además, con esta opción el visitante puede incluso hacer rutas por los alrededores de la ciudad y otros puntos de interés como las playas de Sitges o el Delta del Ebro, al estar conectada con otras poblaciones por medio de antiguos caminos en el campo.
El aeropuerto más cercano de Tarragona es el aeropuerto de Reus (REU), ubicado a 7 km de la localidad. La manera más sencilla de llegar a este es en autobús: la línea E4 de la compañía Hispano Igualadina cubre el trayecto entre la estación de autobuses de Tarragona y el aeropuerto de Reus en aproximadamente 25 minutos, con horarios que suelen estar ajustados a las salidas de los vuelos: a las 8:50, a las 11:50, a las 14:50, a las 18:05 y a las 20:30. El trayecto en taxi entre Tarragona y el aeropuerto de Reus dura entre 10 y 15 minutos, dependiendo del tráfico, y tiene un coste aproximado de 33€*.
Llegar al centro caminando desde la estación de autobuses es una buena manera de empezar a conocer la ciudad. En unas cuantas horas se pueden visitar a pie a los lugares más representativos de Tarragona. La catedral, ejemplo de arte románico con detalles del gótico, está a unos 20 minutos. Alrededor de ella, las bonitas callejuelas laterales permiten ver el claustro desde el exterior. Muy cerca, la plaza de la Fuente (plaça de la Font), que alberga el ayuntamiento con su fachada neoclásica, está siempre llena de ambiente en sus terrazas a cualquier hora del día y de la noche y es uno de los puntos de encuentro más populares de la ciudad. A 3 minutos a pie se encuentra la plaza del Rey (plaça del Rei), cobijada entre los callejones del casco antiguo, donde se puede visitar el museo Nacional Arqueológico de Tarragona. A 200 metros se ubica el circo Romano, uno de los mejor conservados de la época. Bajando por el encantador paseo de las Palmeras, se llega al balcón del Mediterráneo, desde donde se aprecia una magnífica panorámica de la playa del Miracle y del anfiteatro Romano, del siglo II. El visitante que llega a Tarragona no puede perderse el paseo Arqueológico por las murallas, salpicado de jardines que bordean el casco antiguo. Para los que quieran ir de compras, la rambla Nova es el lugar perfecto, lleno de pequeños comercios tradicionales. También merece la pena la visita al barrio del Serrallo, con una tradición pesquera que ofrece una gran oferta gastronómica de productos del mar, y donde en sus innumerables restaurantes y terrazas se sirven los mejores pescados y mariscos frescos. Otros platos típicos son el Xarró o la Escudella. Entre sus mejores playas, destacan la del Miracle, la Arrabasada y la Sabinosa, ya en las afueras. Y para conocer su fiesta más popular y sus representativos castells, lo mejor es viajar a Tarragona en septiembre, durante la festividad de Santa Tecla.
*Precios a 10.09.2018. Los precios pueden variar dependiendo de la fecha del viaje. Sujetos a disponibilidad.