Con una Ciudad Vieja nombrada patrimonio de la humanidad por la Unesco, Santiago de Compostela es un centro de peregrinación del Camino de Santiago que atrae cada año a millones de personas. Muchos turistas se acercan en autobús a Santiago de Compostela para descubrir la enorme herencia del pasado que se aloja entre las calles empedradas de su casco antiguo medieval. Aquí los edificios históricos, las iglesias y los conventos forman un marco inigualable que culmina con la catedral de Santiago de Compostela, el emblema de la ciudad, rodeada de preciosas plazas llenas de encanto. La capital de Galicia tiene además interesantes museos donde conocer su historia, y una cultura gastronómica que hace las delicias de todos sus visitantes.
La estación de autobuses de Santiago de Compostela se ubica en la plaza de Camilo Díaz Baliño, a unos 20 minutos del casco histórico. Actualmente es una de las vías principales de entrada de los viajeros que llegan en autobús desde distintos puntos de España e incluso desde el extranjero. Entre los servicios que la estación ofrece a sus usuarios están la red WiFi gratuita, punto de información, consignas, aseos, sala de espera, quiosco, cafetería, cajero automático, megáfonos y pantallas informativas con los horarios de salidas. Entre las rutas más populares que se hacen está el trayecto de Madrid a Santiago de Compostela, que se puede realizar directo en unas 8 h 30 min, con varios servicios diarios. Otro recorrido bastante frecuente que se hace a diario es el viaje de Barcelona a Santiago de Compostela, que tarda un mínimo de 16 h 30 min en trayecto directo, con una hora más si se hace trasbordo en Madrid. Los principales operadores que atienden este destino son ALSA y Auto Res. En el autobús está permitido llevar una maleta de hasta 30 kilos y equipaje de mano. Los vehículos disponen de WC y de WiFi gratuito. El servicio de autobuses urbanos de Santiago de Compostela tiene 22 líneas.
La estación de autobuses de Santiago de Compostela se encuentra a tan solo 1,5 kilómetros del corazón de la ciudad, con lo que se puede llegar fácilmente caminando. Si se prefiere ir con más comodidad, en la puerta de la estación hay una parada de autobuses urbanos que la comunican con las distintas zonas de la urbe. Las líneas 5, C2, C4, P1 y P2 pasan por aquí y facilitan a los viajeros el transporte del equipaje hasta sus respectivos alojamientos. Además, en la estación también hay una parada de taxis.
Es sencillo desplazarse mediante el servicio de autobuses urbanos de Santiago de Compostela, ya que consta de 22 líneas -5 de ellas circulares- que recorren toda la ciudad. El billete ordinario cuesta 1 €, aunque también hay bonos para 10, 20 ó 30 viajes, con los que se abarata el coste a 0,60 €. Con este bono se concede un trasbordo gratuito en un plazo de 60 minutos. Tanto los billetes como los bonos se pueden comprar en los propios autobuses.
Para trasladarse en taxi en Santiago de Compostela solo hay que ponerse en contacto con alguna de las empresas que los gestionan, como Radio-Taxi Santiago o Tele-Taxi Compostela, que ofrecen sus servicios 24 horas al día. Tienen paradas en los puntos más importantes de la ciudad y disponen de todo tipo de vehículos, incluidos los adaptados para personas con discapacidad y para clientes con bicicletas. También hacen rutas turísticas y traslados a peregrinos en el Camino. Las tarifas de la bajada de bandera pueden ser de 3,70 €, 5 € o 4,30 €, según sea horario de día, de noche o en festivos. El precio del kilómetro recorrido es de 0,95 €, 1,40 € o 1,18 € respectivamente. También hay precios cerrados para algunos trayectos concretos.
Una buena opción es moverse en bici en Santiago de Compostela gracias al sistema de préstamo público de bicicletas, denominado Combici. Tiene estaciones de recogida y devolución en distintos puntos de la ciudad, entre ellos la estación de autobuses y la estación de trenes de Santiago de Compostela. Además, hay otras empresas que disponen del servicio de alquiler de bicicletas, que se puede hacer por horas o por días. Es una manera divertida de recorrer todo el casco antiguo, al que no es fácil acceder con otros medios de transporte.
Desde la estación de autobuses se llega hasta el centro en un paseo de unos 20 minutos, donde enseguida se descubre la primera visita imprescindible de Santiago de Compostela: su Catedral. Según la tradición, este impresionante templo románico con fachada barroca, acoge el sepulcro del apóstol, lo que lo ha convertido en un importante centro de peregrinación en Europa a través del Camino de Santiago. Desde sus cubiertas hay una espectacular vista panorámica de la ciudad. En la misma plaza del Obradoiro, donde está la catedral, se aloja también el Hostal dos Reis Católicos, que con su fachada plateresca fue construido por los Reyes Católicos para atender a los peregrinos y que actualmente es un Parador Nacional. A través de una pequeña calle se llega a la plaza de la Inmaculada, donde se encuentra el monasterio de San Mariño Pinario. A 250 metros está la plaza de Cervantes, antiguo lugar de reunión del pueblo.
Muy cerca se descubre la plaza de Quintana, rodeada de casas históricas y donde se ubica la puerta del Perdón, en la parte trasera de la catedral. Cuando el tiempo lo permite, el visitante que recorre Santiago puede pararse a descansar en las terrazas de sus cafeterías. Y a 300 metros la plaza de las Platerías, con su curiosa casa del Cabildo de fachada barroca. Desde ahí, se puede seguir en un bonito paseo por la rúa do Vilar, una de las calles más emblemáticas del casco antiguo, llena de tiendas y soportales. Es entonces una buena opción dar un relajante paseo por el parque de la Alameda, a 5 minutos, desde donde se descubren preciosas vistas de la catedral. Y para disfrutar de su afamada gastronomía en una visita a Santiago de Compostela, nada mejor que pararse en la rúa do Franco a probar las típicas comidas gallegas en alguno de sus más de 80 locales. El pulpo, los mariscos, la empanada, los mejillones y la tarta de Santiago de postre son otros de los atractivos de la ciudad que no hay que perderse.