Bus a Rumanía
Rumanía es una de las joyas en bruto del este de Europa. Aunque todavía no es un destino muy popular, los turistas que viajen en buses a Rumanía descubrirán que el país tiene mucho que ofrecer. El centro del país cuenta con un extenso territorio arbolado, con bosques a lo largo de los Cárpatos, entre los que se esconden castillos como el de Bran o el de Peles. Bucarest, la capital del país, tiene una historia fascinante. En sus calles se mezclan edificios brutalistas con edificios públicos de la época comunista, entre los que destaca su descomunal Parlamento. La costa del Mar Negro, al este del país, es uno de los puntos turísticos más importantes a nivel local gracias a sus playas. Sus ciudades costeras, como Constanza, ofrecen a los visitantes una rica historia que ha dejado un patrimonio que merece la pena descubrir.
Viajar a Bucarest
Los viajeros que se desplacen en bus hasta Bucarest verán que no hay solo una estación de autobús, sino que las rutas finalizan en diferentes paradas en función de su procedencia y de la empresa que gestiona los trayectos. La estación principal de autobuses es la Terminal Memento Bus (en la calle Șoseaua Orhideelor, 49). Entre las paradas mencionadas, otra de éstas es en la calle Strada Buzesti, 42, un punto localizado al norte del casco antiguo de la ciudad, muy bien comunicado con la red de transporte público y en las proximidades de los principales lugares que visitar en Bucarest. A tan solo 10min a pie está la avenida de la Victoria, famosa arteria de la ciudad en la que se encuentran monumentos como el Ateneo Rumano y la iglesia Stavropoleos. Cruzando el río está el edificio más destacado de Bucarest, su famoso Palacio del Parlamento Rumano. Este coloso de la arquitectura comunista es el segundo edificio más grande del mundo, solo superado por el Pentágono.
Viajar a Constanza
Ubicada a orillas del Mar Negro, la ciudad de Constanza cuenta también con diversas paradas de autobús para rutas nacionales e internacionales. Una de la más importantes para los viajeros que llegan desde otros puntos de Europa es la de la calle Strada Stefan cel Mare 71. Desde esta dirección se tarda aproximadamente 15min a pie hasta llegar a la zona antigua de la ciudad. La mayoría de monumentos de Constanza se encuentran junto a la costa de la ciudad, al lado del puerto turístico. En este pequeño centro está la plaza de Ovidio, rodeada de edificios modernistas y en la que se han descubierto restos de mosaicos de la época romana. A unos 5min a pie está el faro de los Genoveses, alzado en el siglo XIX en honor a los comerciantes genoveses que viajaban a menudo a la ciudad en el siglo XIII. Finalmente, merece la pena acercarse hasta el Casino, edificio de importancia en el siglo XX y aspecto decadente que en la actualidad está abandonado.
Viajar a Brașov
Viajar en una ruta internacional de autobús a Brașov supone finalizar el trayecto en la estación de autobuses de Bartolomeu (Autogara Bartolomeu). Tras un paseo de unos 30min caminando hacia el sur, los visitantes llegarán a la calle Strada Mureșenilor, en el corazón de la vieja Brașov. Esta avenida está rodeada de bellos palacios que recuerdan a los edificios del Imperio Austrohúngaro. La plaza del Ayuntamiento, Piața Sfatului, es otro de los puntos destacados, ya que en ella se unen todas las principales calles del centro. A tan solo 3min andando se encuentra la iglesia Negra, una de las visitas imprescindibles en Brașov. Se trata de un curioso edificio llamado así por el color de las piedras de sus muros, que le dan un aspecto peculiar. Por último, los visitantes que quieran contemplar Brașov desde las alturas pueden dirigirse al teleférico de la ciudad, que ofrece unas vistas únicas sobre el centro histórico.