La tierra de los sanfermines presenta motivos suficientes como para viajar en autobús a Pamplona sin necesidad de que sea durante la época de las conocidas fiestas locales. Emplazada en la norteña región de Navarra, Pamplona es una ciudad repleta de historia que destaca por su herencia medieval, uno de las razones que hacen de ella un lugar muy atractivo para los turistas. Acudir en bus a Pamplona ofrece la posibilidad de descubrir un municipio donde su patrimonio cultural y el entorno relajante que lo rodea garantizan unos magníficos días.

Reservar billetes de autobús a Pamplona

Pamplona cuenta con una estación de autobuses que está situada al sur del centro histórico de la localidad y muy cerca del mismo. Se trata de una terminal muy moderna, que fue inaugurada hace apenas una década y, por tanto, posee los mejores equipamientos para prestar sus servicios a los clientes, incluyendo restaurantes y comercios. En esta estación, que abre sus puertas durante todo el año salvo en las festividades de Navidad y Año Nuevo, operan hasta 18 compañías de transporte, entre las cuales se encuentran Autobuses La Pamplonesa, Conda, Edsa o Víbasa.

Una de las rutas más populares es la que recorre en autobús de Vitoria-Gasteiz a Pamplona, un trayecto que se puede realizar en 1 h 25 min. Por otra parte, también es posible llegar a la ciudad de los sanfermines desde la capital de España, con la ruta en autobús de Madrid a Pamplona que toma un tiempo de 6 h en adelante. La capital de Navarra también mantiene conexiones regulares con la región de Cataluña, siendo posible viajar en autobuses Alsa a Barcelona en una ruta de unas 6 h 15 min.

 

Transporte público en Pamplona

El principal medio de transporte público que se puede utilizar en Pamplona es el autobús, que es conocido popularmente en la localidad como villavesa. Cubre prácticamente toda la ciudad con una frecuencia de paso aceptable y muchas líneas a disposición del viajero. Otra opción para moverse por Pamplona son los taxis que prestan su servicio en el municipio para transitar cómodamente por el centro de la localidad. La flota de autobuses urbanos de Pamplona cuenta con 24 líneas que operan durante el día, además de una especial que traslada a los viajeros de la estación al aeropuerto de la localidad. Las principales líneas tienen una frecuencia de paso de cerca de 20 minutos.

Especialmente aconsejable es tomar las líneas 9, 12, 13 o 16 para ir rápidamente desde la estación al centro de Pamplona. El billete sencillo cuesta 1,35 euros y existe la posibilidad de adquirir una tarjeta-abono por 2 euros con recarga mínima de 5 euros adicionales. Esta oferta se complementa con 11 líneas de buses nocturnos, que pasan por el centro del municipio y cuyas respectivas rutas cubren casi toda el área del mismo. A diario, estos búhos, nombre con el que se conoce en España a estos autobuses que solo circulan durante la noche, disponen de únicamente 2 vehículos, que inician su jornada a las 23:00 y tienen una frecuencia de entre 30 a 60 minutos, aunque los fines de semana se amplía el horario durante unas horas más. La mejor alternativa al autobús es el taxi, que en Pamplona cuenta con servicios de teletaxi y diversas paradas por toda la ciudad, una de ellas emplazada al lado de la estación de autobuses.

 

Visitar Pamplona

Si por algo es conocida Pamplona es por sus celebraciones de San Fermín, que desde principios de julio atraen a la ciudad a miles de turistas. Los encierros de los sanfermines siempre terminan en la plaza de Toros, que está situada a 11 minutos de la estación en dirección noreste. Ese puede ser un buen punto de inicio para comenzar el recorrido por la localidad navarra. Al lado de la plaza de Toros, y a solo 3 minutos caminando, se encuentra el monumento al Encierro, un buen lugar para tomarse fotos con una escultura icónica de la ciudad. Más al norte, el neoclásico edificio del palacio de Navarra, sede de la administración foral de la región, da la bienvenida a la plaza del Castillo, centro neurálgico de Pamplona. Este se halla a 3 minutos a pie desde el monumento al Encierro y es un lugar perfecto para probar la gastronomía local en algunos de los restaurantes de los alrededores. El bacalao y los espárragos comandan una carta de auténtica delicia, otro de los principales motivos para visitar Pamplona.

Si se sigue el camino hacia el norte, en tan solo 3 minutos el visitante puede alcanzar la popular curva de Estafeta, otro de los lugares icónicos de los sanfermines. Y si desde allí se continua el recorrido por Pamplona hacia el este, se llega a la catedral de Santa María la Real, una fabulosa construcción religiosa de estilo neoclásico en su fachada y resonancias góticas en el interior, por lo que es aconsejable entrar y admirarla por dentro. Un último destino en este recorrido puede ser el museo de Navarra, situado a 6 minutos en dirección oeste desde la catedral y en el que se exhiben multitud de reclamos históricos de la ciudad.

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