Ir en bus a Las Rozas, localidad ubicada al noroeste de la capital de España, es ideal como punto de partida para descubrir la sierra madrileña, muy cercana al municipio. Visitar Las Rozas supone descubrir uno de los municipios más recientes de la Comunidad de Madrid, ya que su historia se remonta al siglo XVIII, cuando se fundó. Viajar a Las Rozas es ideal para pasar unos días de reposo lejos del bullicio de la gran ciudad, gracias a las zonas verdes que rodean el municipio, uno de los más cercanos a la sierra de Madrid.
La estación de autobuses de Las Rozas está situada en la calle del Cabo Rufino Lázaro, 20, muy cerca del centro de la localidad. Esta terminal únicamente recibe buses que circulan de forma íntegra dentro de la Comunidad de Madrid, por lo que no es posible encontrar otros destinos nacionales o internacionales, aunque dada la cercanía con la capital es posible trasladarse a Madrid rápidamente y tomar allí el vehículo para hacer el trayecto deseado. En esta estación de Las Rozas efectúan parada varias líneas que permiten viajar en bus de Madrid a Las Rozas. En concreto, se trata de la línea 661, que realiza el recorrido Madrid-San Lorenzo del Escorial y de la línea 662, que también parte de Madrid y se dirige hasta las urbanizaciones emplazadas al noroeste de Las Rozas, colindantes con el vecino municipio de Torrelodones.
Las Rozas es un municipio de reducidas dimensiones, de manera que el uso del transporte público se recomienda como medio para llegar a la ciudad, para desplazarse a urbanizaciones alejadas del centro aunque dentro del municipio o para recorrer los alrededores de la localidad. En este sentido, el taxi o la bicicleta pueden ser dos vehículos de aconsejable uso, aunque es necesario mencionar que el autobús y el tren son los medios de transporte público que más se utilizan en la ciudad madrileña.
En total, son dos las líneas urbanas de autobús que pasan por las Rozas. La 1 circula hasta la Urbanización Molino de la Hoz y la 2 hace el recorrido La Marazuela – Monte Rozas – El Encinar. De lunes a viernes la frecuencia de paso es de 45 minutos, los fines de semana y festivos circula cada media hora por las mañanas y cada hora y media por las tardes, de manera que en ese tramo resulta más difícil moverse por Las Rozas en autobús. En adición, existe una línea nocturna, aunque en este caso no se puede considerar como autobús puramente urbano ya que llega a Las Rozas desde Madrid, zona Moncloa. En cuanto al tren, hay tres líneas de la red de Cercanías que efectúan parada en la estación de Las Rozas: la C-7, la C-8 y la C-10.
El principal atractivo turístico de Las Rozas es que la localidad se encuentra situada en las faldas del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, un paraje natural de gran valor medioambiental. La presencia de esta verde área se traduce en que el propio municipio goza de una estupenda tranquilidad, de manera que es muy sencillo visitar Las Rozas de manera calmada a pesar de las distancias que pueden existir entre los diferentes puntos de interés. Nada más salir de la estación, una opción es caminar hacia el noroeste y llegar después de 3 minutos a la Calle París, en la que se encuentra una amplia zona de comercios, ideal si hay que comprar algo para continuar la visita.
Al otro lado de la ciudad, a aproximadamente 15 minutos de la estación si se camina siguiendo la dirección este, se encuentra la Plaza de España. Este es el punto neurálgico de todo el pasado de la ciudad y en el que se concentran los mayores reclamos turísticos junto a la Plaza Mayor, situada a 4 minutos de este lugar. Además de disfrutar de la cocina local en los restaurantes de la zona, en algunos de los cuales se puede probar los platos de cuchara propios de la sierra madrileña, el edificio del Ayuntamiento de Las Rozas reúne cierto interés para el visitante por su historia. Acto seguido, lo más recomendable es dirigirse caminando 4 minutos al sur y encontrar uno de los mayores reclamos que ver en Las Rozas. Se trata de la Parroquia de San Miguel Arcángel, una construcción religiosa de bonito aspecto exterior y que constituye uno de los templos más antiguos de la localidad madrileña.