Un viaje en autobús a Huesca es la mejor manera de llegar al destino perfecto para aquellos que disfrutan recorriendo calles, parques y plazas repletas de historia. Esta ciudad de la comunidad de Aragón está situada en un enclave privilegiado, y ofrece a los visitantes un contraste de paisajes con los Pirineos al norte y la estepa de Monegros al sur. Debido a su tamaño, es perfecta para los amantes de los paseos, en un ambiente acogedor y amable, entre monumentos de distintos estilos o para disfrutar de rutas gastronómicas, culturales y de ocio que harán la escapada a Huesca inolvidable.

Reservar billetes de autobús a Huesca

En pleno centro de Huesca se encuentra la estación de autobuses de la ciudad, concretamente en la calle Mariano de Cavia, 8. El punto de partida ya es una ventaja para sus visitantes, que se encontrarán a pocos minutos caminando de los principales puntos de interés. Los viajes en autobús hacia Huesca están operados por la empresa Alosa y la gran mayoría son rutas interurbanas desde otras localidades de la provincia, como Formigal o Candanchú. No obstante, la estación de autobús está junto a la estación de tren, a modo de terminal intermodal. Esto permite ampliar las opciones para acceder a la ciudad. De todas formas, también se puede viajar en autobús desde ciudades más grandes, como es el caso del trayecto Barcelona-Huesca que se recorre en 4 horas, o hacer la ruta de Zaragoza a Huesca en un viaje de poco más de 1 hora. Desde estas ciudades existe la posibilidad de hacer innumerables transbordos, por lo que es posible llegar a Huesca en autobús de manera sencilla desde cualquier punto de la península.

 

Transporte público en Huesca

Al no ser una ciudad de gran tamaño, Huesca no necesita de una red de transporte compleja para moverse en la ciudad. A todas las zonas se puede acceder andando, aunque la localidad ofrece varias posibilidades para poder trasladarse de una manera rápida y cómoda. Desplazarse por Huesca en bus es posible gracias a la red de autobuses urbanos gestionada por Avanza. Este sistema está compuesto por 3 líneas circulares que recorren toda la ciudad conectando varias zonas, y el billete sencillo cuesta 1 €. Si los visitantes tienen previsto moverse con frecuencia en autobús durante su estancia en Huesca, también pueden adquirir un bonobús de 20 viajes por 17 €.

El Ayuntamiento ofrece igualmente un autobús turístico con el que los viajeros pueden descubrir los alrededores de Huesca con pequeños recorridos cerca de la ciudad. Este autobús sale desde la plaza de Navarra, a 5 minutos caminando de la estación de autobuses. Para disfrutar de la ciudad de una manera más ecológica, los viajeros también pueden optar por desplazarse en bicicleta por Huesca a través de los carriles habilitados para ello. La ciudad cuenta con alrededor de 20 km de carril bici urbano, además de varias rutas ciclistas interurbanas para descubrir sus bonitos alrededores. Para poder usarlo hay que contar con una bicicleta propia o hacer uso de servicios privados de alquiler, disponibles en el centro.Otra manera a disposición del visitante es conocer Huesca en taxi. Existen varias compañías que ofrecen este servicio en la ciudad y no será ningún problema conseguir un taxi a cualquier hora. Las tarifas variarán en función del tipo de recorrido, urbano o interurbano, así como también si incluyen suplementos por nocturnidad o festivos.

 

Visitar Huesca

Desde la estación intermodal es muy fácil llegar caminando a la mayoría de puntos de interés turístico para visitar Huesca. A solo 10 minutos andando desde la estación, se encuentra el gran pulmón verde de la ciudad, el parque municipal Miguel Servet, dedicado al científico y teólogo oscense. Este parque cuenta con una superficie de 74 000 metros cuadrados, en los que los visitantes pueden disfrutar de un entorno natural de lo más agradable. Junto a este parque se encuentra el Círculo Oscense, un casino de estilo modernista que es una joya arquitectónica. Otra de los grandes atractivos turísticos que no hay que perderse en una visita a Huesca son sus murallas, así como también la catedral y el ayuntamiento, ambos situados en la zona antigua de la ciudad. Para llegar allí desde la estación de autobús de Huesca hay que caminar 15 minutos hacia el norte o coger la línea de autobús circular 3 (C3).

Un buen momento para ir a Huesca puede ser del 9 al 15 de agosto, coincidiendo con las fiestas mayores de la ciudad, las de San Lorenzo, declaradas de interés turístico nacional. Durante esos días, los habitantes de Huesca se visten de blanco con pañoletas verdes, y llevan ramos de albahaca al busto de su patrón. Además, hay multitud de actividades como la comparsa de gigantes y cabezudos. Esos días son especiales para disfrutar de postres artesanos oscenses y de la denominada Ruta Dulce, un recorrido por las pastelerías de la ciudad especializadas en delicias como la trenza de Almudévar, las glorias de Huesca, las campanas, la coca de nata, la tarta de Loreto, el pastel ruso o las deliciosas castañas de mazapán. Además de los dulces, la gastronomía de Huesca también cuenta entre sus especialidades con productos tan aclamados como la morcilla y otros embutidos o con platos muy reconocidos como la sopa oscense o de ajo, el pollo al chilindrón, el bacalao ajoarriero o el ternasco asado.

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