Bañada por las aguas del Mediterráneo, en plena Costa Blanca, Alicante es una población valenciana que cada año atrae a millones de visitantes atraídos por el sol y la playa. La ciudad está muy bien comunicada y muchas personas eligen llegar en bus a Alicante, de forma cómoda y asequible. A sus espaldas, las montañas les regalan los más hermosos paisajes, que permiten disfrutar al mismo tiempo de la sierra y el mar en un entorno único lleno de luz. Además, en la urbe se mezclan la modernidad y el cosmopolitismo de sus gentes con la riqueza histórica y cultural que se encuentra entre sus calles del casco antiguo. Alicante es una ciudad que lo reúne todo para pasar unas vacaciones inolvidables.

Comprar billetes de autobús a Alicante

La estación de autobuses de Alicante se sitúa en el Muelle de Poniente, junto al Club Naútico y el Centro Comercial Panoramis. Está muy cerca del centro y tiene un magnífico acceso a las vías de comunicación principales. De hecho, a unos 10 minutos se encuentra el centro comercial de la ciudad, a 900 metros la estación de tren de Alacant-Terminal y a 1.900 metros la terminal TMS del ferry. La estación de autobuses de Alicante está ubicada en un moderno edificio que ofrece todo tipo de servicios y comodidades a los usuarios: consigna, cafetería, cajero, wifi, zona recreativa, venta de billetes, servicios, información y máquinas expendedoras. Entre los operadores que atienden el destino están ALSA, Eurolines Peninsular, Interbus, Vectalia, o Linebus, entre otros, con una amplia oferta de enlaces para destinos nacionales e internacionales. Una de las rutas más populares que se hace es la que sale desde la Estación Sur de Autobuses de Madrid. Llega en un tiempo aproximado de 5h 35min sin trasbordo. También se suele viajar en autobús desde Ciudad Real a Alicante, una ruta que tarda una media de 6h 20min sin trasbordo.

 

Transporte público en Alicante

Caminar desde la estación de autobuses de Alicante hasta el centro histórico de la ciudad es muy fácil, debido a la gran proximidad que hay entre ambos. De hecho, se puede llegar en unos 20 minutos. Pero si se prefiere ir en transporte público para no tener que cargar con las maletas, justo a la salida de la estación -en la acera frente a la puerta principal-, está la parada de autobuses urbanos. Moverse por Alicante en autobús será muy cómodo porque desde este sitio se hacen recorridos hasta cualquier otro punto de la ciudad, mediante las líneas 24 y 6. El billete ordinario tiene un precio de 1,45€, aunque hay distintos tipos de bonos que lo hacen más económico. Hay numerosas líneas de autobuses, tanto urbanos como interurbanos, así como líneas nocturnas. Además, hay parada en la estación de trenes y en el aeropuerto con la línea C6. En el exterior de la estación de autobuses de Alicante también hay una parada de taxis, que prestan sus servicios 24 horas al día. Por su parte, el TRAM de Alicante conecta con sus distintas líneas (1, 2, 3, 4 y 9) diversos puntos del núcleo urbano, la Universidad de Alicante y la zona norte de la provincia. Tiene servicio nocturno que funciona durante los fines de semana de verano y que es muy aplaudido por los turistas. La tarifa para una zona con un billete sencillo es de 1,35€, pero hay opciones de ida y vuelta, bonos y descuentos al comprar varias zonas. Y para desplazarse por la ciudad en bicicleta, siempre se puede alquilar una. Hay distintas empresas locales que ofrecen este servicio por un precio muy asequible entorno a los 10€ al día. También se puede optar por la bicicleta eléctrica, con la que no hay que dar pedales.

 

Visitar Alicante

Visitar Alicante andando es la mejor manera de no perderse ni un detalle de la ciudad. Caminando desde la estación de autobuses, se llega al centro en 20 minutos. Las distancias son cortas y merece la pena recorrer con agradables paseos todo el núcleo urbano. Como la estación está al lado del puerto, se puede hacer una primera visita a la Explanada de España, un paseo marítimo que se prolonga en paralelo. Repleto de palmeras y bares, es uno de los lugares más populares de Alicante, en el que se albergan edificios emblemáticos como el Real Casino o la Casa Carbonell. Desde aquí se llega en 5 minutos a la plaza del Ayuntamiento y en 3 minutos más a la concatedral de Alicante, con su llamativa cúpula azul. Muy cerca están también el Museo de Bellas Artes y el Museo de Arte Contemporáneo. Caminando otros 5 minutos aparecen las angostas callejuelas del barrio histórico de Santa Cruz. Y subiendo hacia lo más alto de Alicante, se encuentra el Castillo de Santa Bárbara, con espectaculares vistas de la ciudad y del Mediterráneo. Magníficas playas salpican toda la costa enarbolando la bandera azul. Entre ellas, la playa del Postiguet, en el casco urbano y a los pies del emblemático castillo. Para más tranquilidad, la playa de Saladares, donde se puede practicar nudismo. También están la playa de la Albufereta, con sus aguas tranquilas, o la playa de San Juan, donde se practican deportes náuticos. En los alrededores de cualquiera de ellas siempre se pueden encontrar restaurantes en los que degustar la gastronomía típica de la ciudad, como sus pescados, mariscos, arroces y salazones. En la zona del Mercado Central, no hay que perderse el "tardeo", en el que después de la comida se sigue por la tarde con música y copas. Y quienes tengan la suerte de visitar Alicante durante las mascletás de junio, no deben dejar de acudir a la plaza de los Luceros, donde podrán divertirse con la fiesta más esperada del año.

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