Días 1-2: Milán

Una ruta por Italia puede empezar en Milán, la capital de la moda, a la que tendrás que dedicar al menos dos días. Empieza tu recorrido por la ciudad en la plaza del Duomo, donde se encuentra una de las catedrales más grandes del mundo. Si subes a su parte más alta, a pie o en ascensor, verás unas vistas impresionantes de la ciudad. Después puedes irte a la galería Víctor Manuel II, un pasaje comercial muy bonito donde podrás pasar un buen rato de compras. Aquí están las tiendas más exclusivas. Si tu presupuesto es ajustado, también vale la pena ir para ver los escaparates. Si te gusta ir de compras, el Cuadrilátero de la Moda también es una buena opción. Para acabar el día, puedes ver alguno de los espectáculos del teatro de la Scala.

Al día siguiente puedes caminar por la vía Dante hasta el castillo Sforzesco, o visitar los numerosos museos que tiene Milán, como el Arqueológico, el de Arte Moderno o la Pinacoteca di Brera. Junto al castillo está el parque Sempione, que se inspiró en los jardines ingleses. Pero lo que seguro que tienes que hacer antes de irte de Milán es desplazarte hasta la iglesia de Santa Maria delle Grazie. Es el lugar en el que se encuentra la obra más famosa de Da Vinci, “La Última Cena”. Para disfrutar de la vida nocturna de la ciudad, vete a los barrios de Brera o Ticinese. A la estación de Milán Central llegan trenes de alta velocidad Italo y Frecciarossa desde otras ciudades italianas, también algunos trenes de alta velocidad desde otras ciudades europeas.

Día 3: Bérgamo

Si te gusta el arte estás de suerte, ya que en la ciudad alta de Bérgamo se encuentra la Pinacoteca Accademia Carrara, donde podrás pasarte horas frente a los cuadros de Botticelli o Rafael, entre otros. En esta zona también está la plaza Vecchia, donde verás el Palacio de la Razón, usado como tribunal durante el mandato veneciano, o la torre Civica. Coge el funicular que une esta zona con la ciudad baja, donde se encuentra la estación de trenes de Bérgamo. Pasea por las calles Papa Giovanni, Víctor Manuel y Roma y descubre lugares tan fascinantes como la Porta Nuova, construida para controlar todas las mercancías que entraban en esta ciudad durante el siglo XVIII. La forma más rápida de llegar es en tren regional, que cubre el trayecto Milán-Bérgamo en 48 minutos.

Día 4: Verona

Ciudad italiana famosa gracias a Shakespeare, en Verona podrás conocer la casa de Julieta, la protagonista de una de las tragedias más populares de la literatura. Hazte una foto junto al balcón reconstruido desde el cual se habría asomado la amada de Romeo. Desde aquí puedes acercarte hasta el icono de este destino, su anfiteatro, la Arena de Verona, donde se celebran diferentes festivales. Puedes llegar hasta la estación de Porta Nuova en los trenes regionales de Trenord que cubren el trayecto Bérgamo-Verona en casi 2 horas.

Días 5-6: Venecia

La ciudad de Venecia es la de los canales y la que dicen que es la más romántica. Para comprobarlo, puedes navegar por el Gran Canal en góndola o en alguno de sus barcos, llamados vaporetto, para tener una perspectiva diferente de una ciudad que, más que calles, tiene agua. Ver el puente de Rialto o el de los Suspiros desde el agua es impresionante. Cuando pises tierra firme, podrás cruzarlo y pararte en el mercado de Rialto, que es también una de las mejores zonas para ver el atardecer. Si te pilla la noche, vete hasta las calles Cannaregio y San Polo, donde está la zona más bohemia de la ciudad.

Al día siguiente es el momento de visitar la ciudad a pie. Camina hasta la plaza de San Marcos, donde verás bonitos edificios como la Basílica de San Marcos o el Palacio Ducal. Después sube al Campanile, un campanario que se ha convertido en un símbolo del destino y que cuenta con un mirador desde el que se ven bonitas vistas a la ciudad. Para reponer fuerzas, vete al Campo Santa Margherita, donde podrás comer deliciosas pizzas italianas acompañadas de spritz, el aperitivo preferido de sus habitantes. Los trenes de Italo cubren el trayecto Verona-Venecia en 57 minutos y te dejan en la estación de Venezia Mestre.

Día 7: Bolonia

Al norte de Italia se encuentra "la ciudad roja", como se conoce a Bolonia por el color característico de sus tejados y edificios. Empieza tu recorrido por la plaza Mayor, donde se encuentra la espectacular fuente de Neptuno y los palacios del Podestá, del Rey Enzo y el Comunal. En la misma plaza también se puede visitar la Basílica de San Petronio, levantada con la pretensión de ser la más imponente de todo el mundo hasta que, por orden papal, se paró su construcción, ya que iba a superar a la Basílica de San Pedro de Roma. Para ver espectaculares vistas de la ciudad, sube a la torre Asinelli, de 98 metros. Eso sí, hay que subir 500 escalones. Otro de sus encantos es un canal de los muchos que tenía la ciudad, un buen sitio para hacerse una foto. La compañía Italo te lleva en tren de Venecia a Bolonia en 1h 15min. Te deja en la estación central de Bolonia.

Días 8-9: Florencia

Si te gusta el arte, Florencia es tu destino. Es la capital del Renacimiento y te darás cuenta en la plaza del Duomo, con su impresionante catedral, el Campanile de Giotto y el Battisterio di San Giovanni, con puertas de bronce. Para ver bonitas vistas a la ciudad, puedes subir al Duomo o a la torre campanario. Desde ahí puedes caminar por vía Giuseppe Verdi para llegar a la iglesia anglicana más grande del mundo, la basílica de la Santa Cruz. Para comer, entra en una trattoría y pide bistecca alla fiorentina. Por la tarde, visita el Museo degli Uffizi, uno de los más bellos de todo el mundo, que alberga obras de Leonardo da Vinci, Rafael y Botticelli, entre otros. Luego, a partir de las 19:30, escoge un bar. Algunos tienen pequeños bufés que son gratuitos si pides una bebida.

Empieza el segundo día en la Galería de la Academia, donde verás el famoso David de Miguel Ángel. Si no te apetecen los museos, puedes ver una réplica en la majestuosa piazza della Signoria. Tómate un capuccino en esta plaza y admira el Palazzo Vecchio, la fuente de Neptuno y la estatua de Cosme I. Luego date un paseo por la Loggia dei Lanzi, mirando sus esculturas relacionadas con la mitología. Sigue hasta el río para cruzar uno de los puentes más conocidos, Ponte Vecchio. El trayecto en tren de la compañía Frecciarossa entre Bolonia y Florencia solamente dura 39 minutos.

Día 10: Pisa

Nada más que salir de la estación central de Pisa te vas a encontrar con la parroquia de San Antonio Abad, en la que destaca el grafiti de su fachada trasera conocido como Tuttomundo. Un poco más adelante está el río Arno, que puedes cruzar por el puente Soferino para continuar caminando y llegar hasta el plato fuerte de este destino: la piazza dei Miracoli, donde te puedes hacer una foto en la famosa torre de Pisa, visitar el Duomo, el Baptisterio y el Camposanto, un impresionante y monumental cementerio. La forma más rápida de llegar es coger un tren regional de Florencia a Pisa que tarda 49 minutos.

Días 11-12: Roma

Una ruta por Italia en tren debe incluir una parada en su capital, Roma. A la llamada Ciudad Eterna llegarás a la estación central de Roma Termini en 1h 34min con los trenes Trenitalia que cubren la ruta Florencia-Roma. Empieza el día en plaza de España admirando su escalinata y camina hasta las calles via dei Condotti y del Corso, llenas de tiendas. Sigue hasta piazza Colonna, hazte una foto con la columna de Marco Aurelio y continúa hasta la fontana di Trevi. Según dicen, si lanzas una moneda a la fuente, te aseguras volver a este destino. Si te has levantado pronto, te da tiempo a llegar al Panteón sobre las 12 del mediodía, que es cuando la luz atraviesa su óculo otorgándole un esplendor impresionante.

Repón fuerzas en cualquiera de las heladerías que encontrarás por las calles de la ciudad probando un famoso gelato italiano. El foro Romano, el Palatino y el Coliseo son otros lugares de interés. Al caer la noche, vete a Campo dei Fiori, una plaza muy animada. Dedica el segundo día al Vaticano, a donde llegas en metro. Entra en la Basílica de San Pedro y sube a su cúpula para ver vistas impresionantes de Roma. Visita los Museos Vaticanos, a los que puedes dedicar horas, y admira la impresionante Capilla Sixtina.

Día 13: Nápoles

Hasta la estación de Napoli Centrale llegan trenes de alta velocidad Italo y Frecciarossa, que realizan el trayecto Roma-Nápoles en 1h 10min. Con vistas al volcán Vesubio, para descubrir su autenticidad hay que pasear por Spaccanapoli, una calle estrecha del centro histórico con edificios en decadencia que tienen su encanto. Dicen que en Nápoles se come la mejor pizza de Italia y la podrás degustar en alguno de los restaurantes de esta calle. Camina hsta piazza del Plebiscito. Dicen que, si consigues andar desde el Palacio Real hasta las estatuas con los ojos cerrados, tendrás suerte. El Castello dell'Ovo y el Maschio Angioino también merecen una visita.

No hay manera más cómoda, tranquila y ecológica de hacer una ruta por Italia que viajando en tren, a tu ritmo y admirando sus paisajes. Disfruta con nosotros de un viaje inolvidable por uno de los países más importantes de Europa tanto por su historia, por haber sido la cuna del Imperio romano, como por su cultura, su arte y su moda.