1. París
  2. Roma
  3. Lisboa
  4. Ámsterdam
  5. Brujas

 

1. París, la ciudad del amor

Una de las mejores ciudades para ir de luna de miel en tren es París, la conocida como ciudad del amor. Empieza tu viaje de novios en el muro de los te quiero, donde podrás decirle a tu pareja je t'aime en varios idiomas y dialectos. Está en el barrio de Montmartre. En su punto más alto está la Basílica del Sagrado Corazón. Ver el atardecer desde ahí es de lo más romántico.

Para sellar vuestro amor también puedes ir al pont des Arts y de l'Archevêché, donde es tradición colgar un candado con las iniciales de los novios. Para descubrir París desde otra perspectiva, móntate en un crucero que navega por el río Sena. Lo puedes hacer de noche, para ver las luces de la ciudad y disfrutar de una cena romántica.

Subir a la Torre Eiffel, muy cerca de la estación de tren París-Gare du Nord, es lo más típico para ver las vistas a la ciudad. Pero hay alternativas, como la azotea del bar The 7th, Le Ballon de París, ubicado en un edificio de 12 plantas, o el mirador de Buttes-Chaumont, un poco más alejado del centro. Eso sí, hay que subir 173 escalones.

Visitar el Museo del Louvre, donde se encuentra la Mona Lisa de Leonardo da Vinci, hacerse una foto en el Arco del Triunfo, pasear por los Campos Elíseos y entrar en la Catedral de Notre Dame son planes típicos en París. Más alternativo es ir a la plazoleta du Vert Galant, un espacio verde junto al Sena, o caminar por el jardín del Museo de la Vida Romántica.

Por la noche, puedes cenar en uno de los restaurantes más antiguos del mundo, Laperouse, y luego asistir a un espectáculo en el mítico cabaret Moulin Rouge, o ir a la Ópera de París. Si te sobra tiempo en tu luna de miel en París, puedes ir en tren al Palacio de Versalles.

2. Disfrutar de la dolce vita en Roma

Roma es conocida como la ciudad eterna y su grandioso pasado está presente en cada uno de sus rincones. Aquí disfrutarás de la dolce vita, un estilo de vida despreocupado y enfocado en los placeres mundanos. La estación de Termini es su puerta de entrada por excelencia. En sus proximidades está el Coliseo que, con más de 2.000 años de historia, es el mayor de los construidos por el Imperio romano.

Más allá de descubrir su pasado en lugares como el Foro Romano, en un viaje de novios en tren a Roma hay que pasear por el jardín de los Naranjos, desde donde verás unas magníficas vistas. Aunque la Fontana de Trevi es más famosa, la de las Tortugas tiene encanto por su leyenda. Dicen que el duque Mattei prometió al padre de su amada que construiría una fuente delante de su casa en una sola noche.

Un crucero por el río Tíber, un paseo por el puente Milvio, caminar por el espacio verde del parque degli Acquedotti o sentarse de noche en los 135 peldaños de la escalinata de la plaza España son otros planes románticos que podrás disfrutar en tu viaje de luna de miel en Roma.

3. Lisboa, la ciudad blanca

A la capital portuguesa la llaman la ciudad blanca por su luminosidad. Pasa desapercibida como destino de luna de miel pero Lisboa es una de las urbes más románticas de Europa y es perfecta para un viaje de luna de miel en tren por su proximidad a España. Aquí pasarás unos días con una perfecta banda sonora a base de fados, declarados patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco.

Si vas en tren a Lisboa, seguramente llegarás a la estación Lisboa-Oriente. Después de dejar tu maleta en tu alojamiento, empieza la ruta de los miradores. El das Portas de Sol y el de Castillo de São Jorge, en el barrio de Alfama, o el de São Pedro de Alcântara, junto a un jardín, son los más románticos. Desde el jardín do Torel, en una de las colinas de la ciudad, también verás unas magníficas vistas.

Camina por el casco antiguo y súbete al tranvía amarillo. La línea 28 te ahorra las cuestas. Para comer, pero también para disfrutar de la vida nocturna y de los conciertos de fado, hay que ir al barrio Alto, donde podrás degustar las tapas portuguesas, que aquí llaman petiscos. El mejor lugar para probar los famosos pasteles de Belém es delante del convento de los Jerónimos.

4. Ámsterdam, la Venecia del norte

Ámsterdam tiene canales y por eso la llaman también la Venecia del norte. Navegar por ellos es de lo más romántico que puedes hacer en la capital holandesa. Abrázate a tu pareja en el puente Magere Brug. La leyenda dice que, si lo haces, el amor eterno está garantizado. El mejor momento para ir es por la noche, para disfrutar de su increíble iluminación.

Después puedes disfrutar de la vida nocturna de la ciudad en el cine Tuschinski, uno de los más bonitos, decorado con art déco. Más allá de los burdeles, el barrio Rojo, muy cerca de la estación Central de Ámsterdam, es un buen lugar para salir de fiesta. Hay coffee shops, discotecas y pubs. En Leidseplein o en Rembrandtplein también hay mucho ambiente.

5. Brujas, patrimonio de la humanidad

Brujas es otro destino ideal para una luna de miel en tren. Es patrimonio de la humanidad por la Unesco. Su nombre procede del noruego Bryggia, que significa puentes, por la gran cantidad que hay y que cruzan sus numerosos canales. Pero en esta urbe hay muchos sitios románticos, como Minnewaterpark, muy cerca de la estación Brujas-Sin Pieters, donde se encuentra el llamado lago del amor.

Para que tengas suerte en tu relación, busca la rana escondida en la plaza Burg y bésala. Pero cuidado porque algunos dicen que también sirve para encontrar el príncipe o princesa azul. Si tienes a tu pareja al lado, mejor que optes por hacerte una fuente en el puente de San Bonifacio, pasear por el Begijnhof, con sus casas blancas, o caminar por Vesten y admirar sus 4 molinos de viento.

Siempre se ha dicho que lo importante es el viaje, no el destino, una frase que refleja fielmente las escapadas en tren. Este tipo de trayectos permiten disfrutar desde el primer minuto, dejándote llevar por la belleza del propio viaje. Si quieres más ideas para una luna de miel en tren, entra en nuestra web y reserva, por ejemplo, tu próximo viaje a VeneciaPragaBudapest.