Ámsterdam y sus canales

La capital holandesa es una ciudad cultural y siempre en bulliciosa actividad. Innegablemente, uno de sus grandes atractivos son sus característicos canales, que le han valido el sobrenombre de la Venecia del Norte. Y es que en la ciudad encontrarás más de un millar de puentes y alrededor de 75 kilómetros de canales en los que viven miles de personas en casas flotantes. Estas pintorescas viviendas comenzaron a surgir tras la II Guerra Mundial, debido a la escasez de casas y a que, tras el conflicto bélico, muchos barcos quedaron libres para ser utilizados. Para conocer todos sus secretos e historia, puedes visitar el Houseboat Museum, un buque que fue vivienda hasta 1997. Te recomendamos también un paseo en barco para poder apreciar la belleza de los canales y la arquitectura local desde el agua.

En tierra firme, cualquier recorrido debe comenzar por la plaza Dam, auténtico corazón de Ámsterdam. En ella podrás ver edificios históricos y monumentos como el llamado Monumento Nacional, un impresionante obelisco erigido como homenaje a los caídos durante la II Guerra Mundial, y el palacio Real, una belleza neoclásica del siglo XVII. En la plaza, encontrarás también el museo de cera Madame Tussaud. Y otro museo que no debes perderte es el dedicado al célebre pintor holandés Vincent Van Gogh.

Además del famoso Barrio Rojo, con sus particulares escaparates y sus coffee shops, otra zona interesante a visitar es Leidseplein, un animado distrito en el que encontrarás artistas callejeros, restaurantes, cines, teatros y locales nocturnos, además de zonas de tiendas. El mercado de las Flores, que existe desde 1862, es un espectáculo de color y un placer para los sentidos, donde podrás hacerte con un recuerdo muy especial para llevarte a casa, los bulbos de tulipán. Y para los momentos de relax, nada mejor que acudir al parque Voldelpark, perfecto para pasear y tomar un café en sus terrazas.

Rotterdam y su modernidad

Ciudad portuaria y con alma canalla, innovadora y cosmopolita, Róterdam es el símbolo de la vanguardia y la arquitectura en Holanda. Es tan diferente al resto de urbes de los Países Bajos, que se la conoce por el sobrenombre de “la ciudad distinta”. Algo que tiene que ver con el hecho de que fuera casi totalmente destruida durante la II Guerra Mundial, de hecho, solo tres edificios sobrevivieron a los bombardeos.

Nada más poner un pie en la ciudad, te dará cuenta de que es un paraíso para los amantes de la arquitectura, comenzando por su estación de tren, un espectacular edificio vanguardista, al que se le unen otras joyas como la World Port Center, diseñada por Norman Foster, las torres Delftse Poort y el Nedeerlands Fotomuseum, que forman parte del impresionante skyline de la ciudad.

De estilo mucho más clásico es el ayuntamiento, uno de los pocos edificios que resistieron la guerra, junto a la iglesia Laurenskerk, frente a la cual se encuentra una estatua dedicada a Erasmo de Róterdam. Las llamadas Casas Cubo, con su forma inclinada, son una de las construcciones más originales y fotografiadas, y podrás incluso visitar el interior de una de ellas. A su lado, el edificio Lápiz, es otro emblema local, con su curiosa forma que recuerda a un lapicero.

Más allá de la arquitectura, en la calle White de With, encontrarás una de las zonas más animadas de Róterdam, donde comer y tomar una copa. Katendrecht, antigua zona portuaria, es ahora el barrio de moda y un punto excepcional para contemplar el skyline de la ciudad. La parada cultural está en el Boijmans Museum, el más antiguo de Holanda, que posee una excepcional colección de pinturas, esculturas y objetos, en un espectacular edificio art decó.

Desde la estación de Amsterdam Centraal, llegarás en tren a la estación de Rotterdam Centraal en poco más de una hora. 

Utrecht y su ambiente universitario

Con apenas 300.000 habitantes, Utrecht, una de las ciudades más bonitas de Holanda, tiene el tamaño ideal para recorrerla a pie. Se encuentra a poco más de media hora en tren de Róterdam y a solo 40 kilómetros de la capital. Sede de la universidad más grande del país, posee un ambiente universitario y juvenil, que anima sus noches.

La torre de la catedral o Domtoren, con sus 112 metros de altura, es el campanario más alto del país y todo un emblema de Utrecht. No dejes de subir sus 465 escalones, ¡las vistas desde arriba merecen el esfuerzo! Ya en la catedral, el claustro oculto en su interior, del siglo XV, es todo un regalo para la vista, con más de 140 especie de plantas.

A pocos pasos de la catedral, podrás visitar el Museo Central de Utrecht, un lugar perfecto para conocer la historia local, junto con la plaza Domunder. Si desciendes desde ella 5 metros, retrocederás en el tiempo 2.000 años y harás un recorrido por el pasado de la ciudad.

La visita no puede completarse sin recorrer los pintorescos canales, al más puro estilo holandés, y el Oude Hortus, un precioso museo-jardín perteneciente a la Universidad de Utrecht. Termina la jornada en la iglesia Santa María La Menor, en cuyo interior te espera una de las cervecerías más famosas y curiosas de la localidad.

¿A qué estás esperando para viajar al país de los tulipanes? Busca tu tren y descubre las ciudades más fascinantes de Holanda.